Comunicado AEN-PSM sobre el fallecimiento de un menor en el Zambrana

Aún tenemos grabadas en nuestra memoria las terribles imágenes de un joven siendo atado con violencia a una cama por cinco guardias de seguridad en el centro de menores Tierras de Oria, en Almería, con resultado final de muerte por asfixia cuando se produce un nuevo terrible suceso.  Esta vez es también un joven migrante de origen tunecino sin compañía quien ha muerto en el Centro Zambrana de Valladolid por efecto, parece ser, de la violencia empleada en la llamada contención mecánica o como la prensa indica “tras ser reducido por los guardias de seguridad”.  Tenía 14 años. El terrible hecho de estas muertes es lo más doloroso de un conjunto de modos violentos de contención que sabemos se producen aún en muchas instituciones, de menores y de mayores, en los ámbitos de la salud, educación, justicia y otros.

Los menores no acompañados sufren a lo largo de su periplo migratorio un alto número de dolorosas vicisitudes que se unen a las muchas sufridas por bastantes de ellos y que dieron sentido a su marcha de su lugar de origen.

Sabemos la manipulación que sobre su situación y sus circunstancias realizan diversos movimientos ultraconservadores quienes les hacen, injusta y falsamente, culpables de diversos problemas sociales en los contextos a los que han llegado.  Su fragilidad es, en muchas ocasiones, mayor que la de otros jóvenes por carecer de los soportes cercanos necesarios para que accedan a un desarrollo humano en las mismas condiciones que cualquier otro joven. No están exentos, como todo joven, como toda persona, del riesgo de comportamientos inadecuados o/y transgresores.  Pero cuando eso ocurre las instituciones que los acogen deben disponer de recursos adecuados para resolver, sin riesgo, la violencia.

Las llamadas contenciones mecánicas, ataduras y diversas coerciones y violencias deben ser erradicadas ya tal como señalamos en el Manifiesto de Cartagena en el año 2016 y hemos indicado en diversas ocasiones.

Las instituciones de diverso signo que atienden a personas en situación de gran fragilidad deben extremar los cuidados.  Es urgente erradicar la violencia de distinto signo ejercida en las diversas instituciones. Para ello es necesario generar espacios humanos, con condiciones físicas, sin hacinamientos que hacen difícil, cuando no imposible, la tarea de educación y cuidado. Es necesario también fomentar en los profesionales una formación que facilite instrumentos de atención y contención en sintonía con los derechos humanos y crear condiciones laborales que faciliten su trabajo y favorezcan los vínculos con las personas a quienes atienden.

La desgracia de estas y otras muertes acaecidas por efecto o vinculadas a prácticas inaceptables por atentar a la dignidad de las personas nos obliga a incrementar nuestros esfuerzos por conseguir condiciones de cuidado que respeten los derechos de las personas, entre ellos la Declaración de los Derechos Humanos y los Derechos de los Menores.

En la AEN_PSM seguiremos en nuestro empeño por lograr prácticas profesionales que se alejen de la coerción y construyan modos de hacer respetuosos con las personas y sus derechos.