Antonio Espino Granado.

La Ponencia centra su atención en el trabajo remunerado como forma de sustento y creatividad personal, analizando formas de malestar generadas en su ejercicio – o por su carencia forzada en el caso del desempleo, en especial el de larga duración -,  y relacionándolas con el amplio abanico de trastornos psicopatológicos a que pueden dar lugar.

Teniendo en cuenta que “el estrés” acompaña toda la vida de las personas y que el trabajo es elemento clave en la “calidad de vida”, se analizan las consecuencias negativas del estrés laboral sobre el equilibrio psicofísico de las personas y el mantenimiento de su salud (mental), haciendo hincapié en las formas con mayor riesgo de romper la seguridad y equilibrio psíquico de las personas expuestas.

Se establecen, igualmente, las distintas organizaciones psicopatológicas a que puede dar lugar el estrés laboral – ya se vinculen al sobreesfuerzo, al ejercicio de la violencia dentro del trabajo o a la ausencia forzada del mismo -, partiendo de los desarrollos de la medicina y psico-sociología laboral e incluyendo el papel de la vulnerabilidad del sujeto junto a las distintas formas de estrés psico-social y laboral, en la aparición del trastorno psíquico, habitualmente en forma de distintos tipos de Trastornos de la adaptación.

Dentro de estos problemas, la Ponencia ha indagado de forma más específica y detallada las consecuencias negativas para la salud (mental) de situaciones laborales especiales y de gran impacto mediático como son las conocidas por “desgaste profesional o burnout” o “acoso laboral o mobbing”.

La perspectiva de la ponencia ha sido recuperar  para la práctica profesional una orientación más clínico-nosográfica y terapéutica frente a la de carácter psico-laboral y forense con la que vienen enfrentándose estos problemas.

Igualmente, la Ponencia recoge la incidencia asistencial creciente de estas formas de malestar sobre la red de salud mental con un importante aumento de la demanda en el sector ambulatorio, al tratarse de problemas caracterizados habitualmente como “trastornos psiquiátricos y psicopatológicos comunes”,  analizando con visión crítica la efectividad real de las medidas terapéuticas utilizadas frente a estos problemas y planteando la necesidad de una revisión del enfoque asistencial en favor de una mayor eficiencia, una mejor discriminación de los casos que deben ser objeto de atención especializada y formas de tratamiento más efectivas desde la red de salud (mental) en cooperación con otras medidas no sanitarias que han demostrando su eficacia preventiva en este tipo de situaciones.

Estamos viviendo un periodo histórico de crisis financiera donde se hace más relevante (y visible socialmente) el impacto negativo del desempleo y el empleo precario sobre la salud (mental) de las personas. La Ponencia ha afrontado esta problemática haciendo especial hincapié sobre la necesidad de medidas que limiten el efecto negativo de la crisis al menos en aquellas consecuencias que más gravemente expresan el sufrimiento creciente de nuestra sociedad, como es el caso del  crecimiento de las tasas de suicidio entre la población general.

A modo de síntesis, la Ponencia se ha estructurado en tres apartados y un epílogo.

El primero establece  la significación general del estrés en algunos contextos básicos: la salud de las personas (Antonio Espino), la organización de la vida urbana actual (Carlos Mur), la experiencia del sujeto frente al trabajo (Fernando Colina) y las relaciones con la  práctica clínica en general (Pedro Cuadrado y Antonio Espino).

El segundo indaga aspectos relativos a la respuesta clínica dada frente a distintas formas de estrés laboral dentro de la red sanitaria (Pedro Cuadrado, Antonio Espino, Tiburcio Angosto y colaboradores), haciendo hincapié en el análisis psicopatológico del acoso laboral (Antonio Escudero y Violeta Suárez) y en establecer alguna recomendación en orden a la terapéutica de estos casos (Antonio Espino).

En tercer apartado se centra en el impacto del estrés laboral dentro de nuestra profesión promoviendo dos miradas complementarias sobre el tema y buscando un diálogo enriquecedor en torno a un tema de primer orden, la propia salud de los sanadores (Mingote y colaboradores y Tizón).

La ponencia concluye con un tema de rabiosa actualidad a consecuencia de la gravísima crisis financiera actual: el desempleo y su acompañante más cercano, el empleo precario, generadores de un creciente malestar personal que se añade a las dificultades de la vida actual y arriesga su salud (mental) e, incluso, la propia vida.  Buscando caminos, más allá del  debate socio-político de fondo, desde nuestra propia tarea clínica en favor del entendimiento de nuestros pacientes.