Propuesta aprobada por el Grupo de Psicólogos de la AEN, el 25 de noviembre de 1995 y por la Junta Directiva de la AEN, el 2 de febrero de 1996.

El presente documento parte de la situación actual de la Psicología Clínica, en cuanto a su próximo reconocimiento como Especialidad Sanitaria, y a su actual Programa de Formación en los Servicios Especializados de Salud Mental del Sistema Sanitario Publico. Estará por tanto sometida a las modificaciones que en el futuro sean necesarias.

La Psicología Clínica de niños y adolescentes esta considerada como un corpus de conocimientos teóricos, técnicos y clínicos distinto y diferenciado del campo de los adultos. Este hecho esta refrendado no solo por la práctica clínica de multitud de profesionales durante muchos años, tanto en nuestro país como en Europa; sino también por el conjunto de conocimientos teóricos establecidos por conocidos especialistas.
Por tanto se hace ya necesario regular la nueva especialidad, en cuanto a su estatus legal, titulación, formación, acreditaciones y homologación.

La Junta Gestora de la Seccion ha elaborado este documento partiendo de esta situación ya histórica. Hemos considerado además el Informe sobre Areas de Capacitación Específica, aprobado por el Consejo Nacional de Especialidades Médicas en junio de 1995, y recogido por la Comisión Nacional de Psiquiatría. En dicho documento se plantean claramente los criterios, que definen la necesidad de crear una nueva especialidad, como es la nuestra. Entre ellos queremos señalar:

  • Contenidos de conocimientos y habilidades de entidad suficiente añadidos a especialidades preexistentes.
  • Previsión de inmediata o futura actividad asistencial e interés socia.l
  • Que no se base únicamente en la existencia de un instrumento o de una técnica.
  • El desarrollo del programa se realizara en unidades docentes acreditadas para tal fin.

Por lo tanto la Psicología Clínica de niños y adolescentes, cumple los criterios para ser considerada como una Area de Capacitación Especifica, dentro de la Especialidad de la Psicología Clínica.

La titulación será de Psicólogo Clínico con capacitación especifica en el área de niños y adolescentes.

La formación teórica, técnica y clínica se realizará dentro del actual sistema de formación PIR. Con las siguientes consideraciones a tener en cuenta:

  • No existe acreditación especifica para Unidades Docentes en Psicología Clínica de niños y adolescentes, en la actualidad se considera englobada dentro de la acreditación docente general de adultos.
  • En muchos territorios o Unidades Docentes no existen recursos ni docentes, ni asistenciales para desarrollar la adecuada formación.
  • No obstante es necesaria la existencia de una acreditación especifica. Teniendo en cuenta la actual situación sería necesario, marcar unos mínimos exigibles para conceder la acreditación y unos mínimos recomendables, a cubrir en un período de tiempo.

Como mínimos exigibles se plantean:

La existencia de un centro, equipo, unidad y/o programa de Asistencia a la Salud Mental de niños y adolescentes, con especificidad propia e integrado por profesionales con probada experiencia clínica en el área infanto-juvenil, con dedicación plena.

En el equipo tendría que haber como mínimo, 1 Psicólogo Clínico con experiencia en niños y adolescentes, por cada 20.000 o 30.000 habitantes menores de 18 años, siempre teniendo en cuenta las características socio-demográficas de la zona. En la misma proporción tendría que haber un Psiquiatra de niños y adolescentes.

El equipo llevaría a cabo evaluaciones y diagnósticos, abordajes psicoterapéuticos y psicofarmacológicos, coordinación con Atención Primaria, Servicios Sociales y Servicios Educativos; así como trabajo conjunto con la Administración de Justicia.

El centro, equipo, unidad y/o programa estará situado en un segundo nivel especializado, dentro del Sistema Sanitario Publico y estará territorializado.

El equipo contará con material bibliográfico, tests y material de juego.

Como mínimos recomendables a cubrir:

Dispositivo de ingreso en unidades de pediatría, unidades hospitalarias específicas para adolescentes, interconsulta hospitalaria específica, atención a urgencias, recursos intermedios (hospital de día, centro de día, unidades residenciales, etc).

El equipo deberá contar con otros profesionales no clínicos (ATS, AS, etc).

Los objetivos generales de la formación serán capacitar a los futuros especialistas para un abordaje adecuado de la Salud Mental de niños y adolescentes, tanto en su vertiente asistencial como preventiva. Aportando los conocimientos necesarios a nivel teórico, técnico y clínico.

La formación se realizara como hemos dicho en el Sistema Sanitario Publico dentro de la actual formación PIR.

El circuito de rotación se organizara de la siguiente forma:

Un cuarto año para completar la formación en el Area de Capacitación Especifica de niños y adolescentes. A este año se sumarían, los seis meses de rotación obligatoria por el área infanto-juvenil y los seis correspondientes a la formación opcional.

La rotación completa serán 4 años: 2 años previos en Psicología Clínica de adultos y 2 años específicos.

Dadas las insuficiencias de los recursos actuales se facilitaría la rotación por dispositivos de otras Unidades Docentes.

La formación teórica debe contemplar los siguientes bloques:

  • Psicología Evolutiva del niño y del adolescente.
  • Desarrollo psíquico, normal y patológico del niño y del adolescente.
  • Relaciones familiares y entorno social.
  • Psicopatología del niño y del adolescente.
  • Introducción a las patologías pediátricas y sus implicaciones psíquicas.
  • Abordajes psicoterapéuticos.
  • Nociones de psicofarmacología.
  • Trabajo en equipo y trabajo comunitario.
  • Sistemas de clasificación, epidemiología e investigación.
  • Manejo de pruebas y tests psicológicos.
  • Manejo del material de juego.

La formación teórica se debe complementar con una formación práctica debidamente supervisada y programada. Contemplando la observación y posterior abordaje de casos clínicos, tanto en régimen ambulatorio como hospitalario, actividades de interconsulta hospitalaria, actividades de coordinación con otros dispositivos asistenciales y comunitarios, presentación de sesiones clínicas y bibliográficas, etc.

Para garantizar una adecuada formación es necesaria la existencia de psicólogos específicos que actúen como tutores.

Finalmente recomendamos la presencia de profesionales de infantil, en laComisiones de Docencia y Asistencia, para un mejor y mas adecuado ajuste de sus actividades, a las necesidades del campo de la Salud Mental de niños y adolescentes.

Se debe plantear a la Administración Publica la realización de convocatorias para Psicólogos Clínicos, con acreditación específica en el área de niños y adolescentes, para la cobertura de plazas en los equipos de Salud Mental Infanto-Juvenil.

Consideramos a la Comisión Nacional de la Especialidad en Psicología Clínica como el órgano adecuado para apoyar y regular, en la medida de sus competencias, todas las propuestas señaladas en el presente documento.

Por ultimo, es necesario plantear un sistema de homologación, para los profesionales que en la actualidad llevan años desarrollando su actividad profesional con niños y adolescentes.