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Nuevo número de la Revista de la Asociación Española de Neuropsiquiatría

Ya disponible en abierto un nuevo número de nuestra Revista de la AEN.

Volumen 44, Núm. 145

Enero - Junio 2024.

Disponible en:

https://www.revistaaen.es/index.php/aen/issue/view/num-145


Últimos días para inscribirse a las XXX JORNADAS ESTATALES AEN / XXVII JORNADAS AMSM : SEGUIR CON EL FUTURO

Os recordamos que entramos en los ÚLTIMOS DÍAS para inscribirse a las XXX JORNADAS ESTATALES AEN / XXVII JORNADAS AMSM : SEGUIR CON EL FUTURO. La inscripción dará acceso posterior a los vídeos de las jornadas de forma EXCLUSIVA, es decir sólo estarán disponibles para las personas inscritas. Todavía hay plazas en las siguientes MODALIDADES DE INSCRIPCIÓN: PRESENCIAL Y STREAMING

Enlace al programa y formulario de inscripción:

Programa: https://amsm.es/wp-content/uploads/2024/04/programa-aen-2024.-v02.pdf

Formulario: https://docs.google.com/forms/d/e/1FAIpQLScfIzKxXqO6JmpIMRz92Z7-7px5HLxfQpAJnrpxq-UuddIa9w/viewform


Obituario de Itzhak Levav

Ayer 20 de mayo de 2024 falleció Itzhak Levav, a los 85 años, principal impulsor de la reforma psiquiátrica en América Latina.

Acompañó el proceso de Reforma Psiquiátrica en España, fue socio de honor de la AEN y formó parte de los colaboradores de la Revista de la Asociación desde los primeros años 90.

Obituario por Manuel Desviat.


Obituario Teresa Suárez

TERESA SUÁREZ (1947-2024)

En el fallecimiento de una psiquiatra sistémica que propiciaba el cambio en lo político, lo asistencial, lo ideológico

Por Begoña Olabarría. Psicóloga Clínica

Teresa Suárez falleció el pasado 26 de abril.

Escribir aún bajo ese impacto, urgida por el impulso de hacer llegar noticia de su ausencia para algunos que formásteis parte de su universo de relación en algún tiempo/espacio, en alguna misión compartida, en alguna tarea, y para otros que con conocimiento de ello o sin él, vivís un contexto de la Salud Mental “tocado” por su hacer. Busco transmitiros. Me resulta necesario y también difícil. Aún puedo verla como si fuéramos a hablar. Otra vez. ¿De clínica? ¿de formación? ¿de política? ¿del mundo? ¿de pensamiento? ¿de su nuevo libro? ¿de nuestras familias? ¿de nosotras? ¿qué tendrá en la cabeza ...? Me interfieren imágenes, palabras y silencios, contenidos que a todo eso pertenecen. Me interfieren para escribir su obituario. Y pienso: ¿escribo ahora para ella que ya no está, o para vosotros que lo leeréis? ¿O tal vez, de alguna manera, para mí?

Quiero alejarme de escribir hacia configuraciones mitológicas, de las que participan y atraviesan las organizaciones, los grupos humanos con historia, las familias, que tan bien conocemos los sistémicos, esos en cuya conformación de identidad en España la aportación de Teresa Suárez fue pionera y sostenida, clave. Sin hagiografía, pues establece una construcción dicotómica: la que se muestra, con realizaciones y calificativos supremos, y la que se oculta que remiten y hasta suscitan cuestiones de orden proceloso. En definitiva, textos falsarios.

Hasta cierto punto y de maneras muy distintas para cada uno, nos gobiernan los muertos. También en el ámbito de lo profesional cuando se trata de ejercicios que conforman nuestra identidad, tenemos nuestros muertos que nos determinan en tanto han favorecido (o favorecen aún) identificaciones, líneas estratégicas para andar caminos; “obligan” tomas de decisión hacia la cercanía y la distancia respecto de ellos. Así que las fronteras entre los muertos y los vivos resultan a veces difusas. Tanto es así, que sabiéndolo, algunos dedican esfuerzos dejar construido un mito de sí mismos que pueda condicionar la vida de sus vivos (la cuestión sería a qué responde esa construcción, claro).

Así que deseo hablaros de Teresa Suárez desde la búsqueda de verdad por cuanto ella, a lo largo de toda su trayectoria, en diferentes ámbitos, organizaciones, propósitos, y para muchos, ha jugado papel, a veces decisivo, en la configuración de su identidad o de su contexto inmediato en múltiples aspectos o en el establecimiento de posición propia en él, de responsabilidad o no, de compartir o no, de limitar (y en qué y cómo) o expandir (con difusión de limitaciones en un totum) esa segunda piel, que siendo profesional, en ocasiones conforma identidad, como le ocurría a ella.

Nació en Asturias y pasó su infancia y adolescencia en Valencia, donde estudió Medicina. Decidió hacer Psiquiatría y fue MIR en el Hospital Psiquiátrico de Oviedo, donde participó activamente en el primer conflicto psiquiátrico de España en 1971 en búsqueda de cambios, que supuso su despido junto a otros compañeros y su salida de España a Lausanne (Suiza) donde finalizó su formación en Psiquiatría, realizó su formación psicoanalítica y su descubrimiento y formación en la sistémica, que junto a Carmen Rojero introduce en España a su vuelta desarrollando programas de formación desde entonces de gran relevancia por su rigor.

Muy sucintamente diré que a lo largo de los años 80 es Jefe de Distrito de SM de Móstoles y posteriormente Coordinadora del Area 8, hasta ser nombrada Coordinadora Técnica del Programa para la Reforma de Salud Mental (1994-95) de la Comunidad de Madrid. Fue Coordinadora del Hosp. de Día del Área 8. Su trayectoria la establece a caballo entre la asistencia pública, donde realiza importantes aportaciones de cambio, y la privada con la creación de AESFASHU y su Centro de Formación en Terapia Sistémica. Fue directora de la Revista de la Asociación Española de Neuropsiquiatría (1986-1990), miembro de la Junta de FEAP (1999-2002), miembro fundador de la Association Européenne por la Recherche en Thérapie Systémique, Codirectora del Máster en Psicoterapia Relacional (AESFASHU-AGORA RELACIONAL), entre otras muchas aportaciones.

Creo poder decir que ha sido una de las psiquiatras más reconocidas, que buscó y aportó su ejercicio hasta el final (acaba de publicar en Francia un libro de autoría compartida, que pronto verá la luz en España), configurando su hacer como una manera de vivir. Su fuerte personalidad y carácter definieron ejes de empeño en ello.

Su desaparición, ese hueco que ha dejado, tiene un modo de poder, provocador y favorecedor por y en el vacío surgido, que me parece que tal vez tiene energía o capacidad de atraer (o repeler) a quienes están en un alrededor que es algo más y distinto que el del inmediatismo del aquí y ahora, porque atraviesa y circula por diferentes tiempos y escenarios.

Enfrentó repliegues de riesgo: El proyecto hacia la SM comunitaria, cuestión esta que le importaba, no es una reliquia caduca ni el vestigio de un propósito extinguido. Al contrario: puede que ahora más que nunca se haga necesario repensar con rigor y entusiasmo, sus avances y las consecuencias de su actual “frenada”. También la toxificación del lenguaje y el pensamiento clínicos -también el sistémico, que tanto cuidó-, cuando avanza la simplificación, la linealidad cosificadora, la descontextualización y cosificación de las praxis en SM, los derechos como palabras vacías. Avanzamos no por casualidad, sino por la iniciativa de un grupo de psiquiatras y psicólogos clínicos que con capacidad de liderazgo, retomando raíces de Lafora y Germain, dispuestos a generar un cambio sustantivo que comenzaba con terminar con la manicomialización como modelo asistencial trabajaron de diferentes maneras para aportar cambios en lo clínico-asistencial, en lo sociopolítico, en el pensamiento, en los derechos… para que el ciudadano se rigiera a sí mismo desde la razón democrática y los derechos. Conformando y participando de múltiples escenarios para ello, estuvo Teresa Suárez. Y en esos paisajes la formación, la coherencia en el hacer clínico era central. La iniciativa junto a Carmen Rojero, de formarse en el Modelo Sistémico y traerlo a nuestro país, creo poder decir que resultó de alta relevancia logrando una valoración y reconocimiento -que se mantiene hasta hoy- aportando de manera sustantiva, verdadera, esa que enfrenta y evita una suerte de tutela vitalicia sobre compañeros, colegas, alumnos, pacientes… que dificulta su emancipación convirtiéndoles en devotos.

Tal vez el fulgor de su trayectoria siga favoreciendo reacciones…

Madrid a 1 de mayo de 2024


Disponible en abierto el webinar «Luces y sombras de la formación en salud mental»

https://www.youtube.com/watch?si=3sxoMSaLqmOTGCI_&fbclid=IwZXh0bgNhZW0CMTAAAR2SC1LwaxVSp0aTy8ZSSJYHljodnqqaRrrdMYP0yARuT6zsGNw89ds98IA_aem_AbwKrp4ZS-K0jssTeNxQKd3ublxPyTkkM4U5mqNwY1Uj0k4ySwkJfGvlJggZY1ahaF8dizh5DtbdSDVtgJ4OOiOw&v=zNmty8I57Gs&feature=youtu.be

Organizado por la Asociación Castellana y Leonesa de Salud Mental.

Ponentes:

- Rafel Arroyo Guillamón

- Irene Muñoz León

- Alicia Martín Jurado

- José María Álvarez


Resumen IV Jornadas Sección Infanto-Juvenil AEN-PSM y presentación Junta de la Sección

Presentación Junta de la Sección Infanto-Juvenil de la AEN-PSM

Resumen de las IV Jornadas Sección Infanto Juvenil AEN-PSM Febrero 2024


Píldoras virtuales para mujeres jóvenes

📌Abierto el plazo de solicitud para las píldoras virtuales de #NuestrasVoces, sin coste alguno para ellas al estar dentro de nuestro programa subvencionado.

💡Propuestas de reflexión sobre los factores que influyen en la #saludmental de las mujeres jóvenes.
✅Dirigidas a mujeres jóvenes de 18-35 años.
💻 Plataforma Moodle
🏐 Espacios colaborativos
📫 Certificamos tu participación
🔗Apúntate aquí: https://forms.office.com/e/3h2C1yiuLK
✉ O pídenos más info: nuestrasvoces@fmujeresprogresistas.org

🔎https://fmujeresprogresistas.org/nuestras-voces/

Programa financiado por el Ministerio de Derechos Sociales, Consumo y Agenda 2030, gracias a la #XSolidaria


XIII Jornadas de la Sección de Historia de la Asociación Española de Neuropsiquiatría

Estimadas socias y socios:

Nos alegra comunicaros que bajo el lema "La historia recuperada. Los pacientes cuentan", las Jornadas de la Sección de Historia de la AEN-PSM se celebrarán los días 25 y 26 de abril del 2024 en el Salón de Grados de la Facultad de Derecho (Campus de la Merced). Universidad de Murcia.

Para quienes han participado en anteriores jornadas se trata de un encuentro muy enriquecedor. Además, este año las jornadas tienen un especial significado porque como sabéis nuestra asociación se encuentra en un momento histórico, ya que se cumplen cien años desde su fundación en diciembre de 1924.

Aunque la vida de la Sección de Historia es más reciente, teniendo su origen en 1987, desde su inicio se ha comprometido con realizar un estudio y una reflexión crítica de la historia de la Psiquiatría y la Salud Mental.

En estas jornadas nuestro objetivo es que "los pacientes cuenten".

Esperamos que os resulten de interés.


Una historia de violencia.

En las últimas semanas hemos asistido a una serie de acontecimientos trágicos en los que se han visto implicadas varias personas diagnosticadas de enfermedad mental. Fatalmente amplificada por la cobertura que de este tipo de sucesos realizan algunos medios de comunicación, la alarma social que generan estos casos potencia la errónea vinculación entre el diagnóstico de un trastorno mental y la predisposición a actuar de forma violenta.

A pesar de que numerosas investigaciones demuestran que el diagnóstico de un trastorno mental no favorece la aparición de conductas violentas en un porcentaje mayor que en el resto de la población, y de que estudios recientes sugieren por el contrario que estas personas tienen una mayor probabilidad de ser víctimas que perpetradores de abusos y agresiones (véase, por ejemplo, H. Khalifeh et al. Violent and non-violent crime against adults with severe mental illness, The British Journal of Psychiatry, 2015, 206(4): 275-282), existe un sólido y muy extendido prejuicio según el cual las personas con un trastorno mental actúan de forma violenta e imprevisible, lo que conduce a comportamientos de miedo y rechazo hacia ellas. Todavía hoy, esta falsa creencia está hondamente arraigada en nuestra sociedad y condiciona no sólo el aislamiento social de estas personas y el tratamiento informativo de ciertos sucesos o la actuación puntual de las fuerzas de seguridad, sino también la orientación de unas políticas que, desgraciadamente, tienden más hacia el control y la contención que hacia el fomento de la recuperación y la vida en la comunidad.

De este modo, la ecuación entre enfermedad mental y violencia contribuye a generar más discriminación, exclusión social y sufrimiento del que ya padecen gran parte de estas personas, causando sentimientos de vergüenza y socavando su ya mermada autoestima y la confianza en sus posibilidades de llevar una vida más o menos normalizada. De hecho, muchas de ellas llegan a asumir de tal modo estos estereotipos, que creen que no merecen ni siquiera ser tratadas o vivir como el resto de los ciudadanos.

Desde la Asociación Española de Neuropsiquiatría-Profesionales de la Salud Mental, queremos mostrar nuestra gran preocupación por el daño que la circulación y la pervivencia de estos clichés, causa ante todo en las personas diagnosticadas, pero también en sus familias, amigos y en todos aquellos que trabajamos para intentar mejorar su bienestar.

Tal como se desprende de algunas informaciones recientes, nos preocupa especialmente la relación que se ha establecido en algunos casos entre el hecho de padecer una enfermedad mental, no tomar medicación y mostrar un comportamiento violento. Este planteamiento no solo tiende a cosificar a las personas tras su supuesto diagnóstico, sino que plantea un falso dilema, pues ni todas las personas con un trastorno mental precisan tratamiento farmacológico de forma permanente, ni la toma de medicación garantiza que no existan recaídas más o menos frecuentes, síntomas persistentes o un sufrimiento inveterado. Al reducir todas las opciones al tratamiento farmacológico, se desvirtúa una herramienta terapéutica que puede ser muy útil, pero que ni es infalible ni es la única que existe, generándose una expectativa simplista e injusta en torno a las circunstancias y las necesidades reales de estas personas.

En este sentido, nos parece especialmente importante denunciar la incompleta e inadecuada implantación de un modelo integral y verdaderamente comunitario de atención y apoyo a las personas con trastornos mentales graves, pues creemos que lo que más contribuye a su mejoría es poder desarrollar una vida normal, con acceso al trabajo, a un salario digno, a la vivienda y a ser tratados con comprensión y respeto. Y esto no se consigue con medicinas; se consigue a través del trabajo paciente y solidario de equipos multidisciplinares que coordinan y ponen en juego los recursos de la comunidad. Ciertamente, los recortes de los últimos años están haciendo desaparecer muchos estos equipos, pero la crisis actual de la asistencia psiquiátrica también se debe a la primacía de una ideología que individualiza los problemas, los descontextualiza y, en consecuencia, los reduce. Necesitamos, en suma, otro modelo en el que el respeto a la dignidad y la autonomía de la persona favorezca la toma compartida de decisiones; un modelo, en definitiva, en el que, gracias a la proximidad y a la creación de espacios comunes de diálogo y aprendizaje mutuo, las personas con un trastorno mental tengan otra perspectiva que la cronicidad y la exclusión.

Comprendemos que es difícil que la dinámica propia de los medios de comunicación y su exigencia de inmediatez, les permita prestar suficiente atención a la amplitud de matices y particularidades de cada caso en el que se encuentra implicada una persona diagnosticada de un trastorno mental –máxime cuando muchas veces se cuenta con muy pocos datos–, pero estamos firmemente convencidos de que huir de abordajes reduccionistas redundará en beneficio de todos.

Asociación Española de Neuropsiquiatría-Profesionales de Salud Mental (AEN-PSM)

Septiembre 2015